En el partido contra el Bayern Múnich dejó un resultado comprometido para el Real Madrid y también algunas dudas respecto al Clásico del sábado. Mou sacó su mejor once en Múnich, un equipo con el que asumir los tres partidazos en los que el Madrid se juega la temporada.
Que el Madrid sufriese tanto para contener al Bayern, sobre todo en el segundo tiempo, ha dejado preocupado a Mourinho de cara a la crucial visita al Camp Nou el sábado para jugarse la Liga con los culés. El que tiene todas las papeletas de caerse del once en el Clásico es Özil.
La derrota en el Allianz dejó tocado a Coentrao. Sin embargo, con el que Mou se fue especialmente preocupado fue con Özil, al que ve físicamente al límite. Mourinho lo ve agotado y no tiene muy claro que esté en condiciones de aguantar la batalla del Camp Nou.
Özil es titularísimo. Su calidad y lo mucho que aporta al juego ofensivo del equipo, sobre todo en las transiciones, está fuera de toda duda. Por eso Mou no quiere reventarlo en el momento más decisivo de la temporada. El Clásico es importante, pero no decisivo. No como la vuelta ante el Bayern, donde no hay margen de error. Y es en ese partido en el que piensa Mourinho. Prefiere dar aire a Özil ante el Barça, reservarlo para cuando el partido esté más avanzado, y tenerlo fresco y en plenitud física para la vuelta ante los alemanes en el Bernabéu.
Mourinho no quiere que se le venga abajo uno de los jugadores más importantes del equipo, aunque eso suponga sacrificarlo ante el Barça, al menos de inicio.
Esperemos que pueda jugar y demostrar como siempre su calidad ya sea en el partido del Barça como del Bayern.
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